Aceptación de una misma:
Siento ternura y amor por mí mismo
Acepto los hechos sobre mí mismo, no son malos ni buenos, simplemente son.
Me amo y aprecio tal y como soy
Acepto mis sentimientos como parte de mí
Está bien tener los sentimientos que te vengan.
Estoy completa y satisfecha tal y como soy
Soy libre de aceptar o rechazar las opiniones de los demás, sobre cualquier cosa, incluyendo lo que opinan de mí.
Rechazo cualquier opinión que niegue mi valía como ser humano.
La gente puede pensar de mí lo que quiera, mi opinión es la que cuenta.
Soy libre de pensar lo que quiera, sin importar lo que piensen los demás.
La opinión de los demás solo puede dañarme si la acepto como verdadera.
No tengo por qué gustar a la gente.
Sigo siendo una persona valiosa y que merece la pena, aunque disguste a los demás.
No necesito la aprobación, aceptación o estar de acuerdo con los demás.
No tengo que agradar a nadie más que a mí mismo.
Puedo cambiar respuestas emocionales desagradables por otras que me ayuden.
Creo mis propios cambios de humor.
Rechazo sentirme mal cuando las cosas no van como quiero.
Rechazo castigarme a mí mismo experimentando emociones dolorosas.
Mis emociones las causo yo, no los demás. Los demás son responsables de las suyas
El pasado
Dejo atrás los recuerdos dolorosos del pasado. El pasado ya pasó. Lo dejo atrás.
Me abro al presente y acepto el bien que me ofrece. Me libero para vivir el presente.
Como es imposible cambiar el pasado, acepto sus lecciones y sigo adelante.
Los hechos del pasado me afectan sólo porque yo elijo que sea así.
Empleo mi energía con inteligencia viviendo plenamente el presente.
Cometer errores
Siempre soy valioso, no importa el número de errores que cometa.
Considero todo lo que me pasa como una oportunidad de aprender.
Me perdono todos mis errores. Podemos aprender de ellos si dejamos de condenarnos por cometerlos. Si no somos capaces de perdonarnos a nosotros mismo, da igual quien nos perdone.
Estaba equivocado y lo admito.
Soy valioso incluso cuando no cumplo mis expectativas.
Cuando tomo decisiones, lo hago tan inteligentemente como puedo.
Mis errores contribuyen a mi desarrollo personal. Lo que debemos hacer es recordar la lección y olvidar la situación que lo originó.
Soy comprensivo, paciente y amable conmigo mismo.
No echo la culpa a los demás por que sé que lo hacen lo mejor que pueden en todo momento en su estado actual de conciencia, por lo que siento empatía y compasión por los demás.
Acepto el derecho de los demás a ver la realidad a su manera.
Les concedo a los demás la libertad de vivir la vida como quieran, independientemente de cómo piensen yo de deben vivirla.
Acepto a los demás sin juzgarlos, ni a ellos ni a su comportamiento.
No culpo a los demás de mis problemas o mis errores.
!No tengo ningún derecho a controlar las acciones de los demás.
Soy un individuo único con destrezas y torpezas únicas.
No permito que me preocupen el miedo al fracaso o a la derrota.
Mi valía como persona es independiente de lo bien que haga las cosas.
Desarrollar mis habilidades, destrezas y talentos al máximo me produce satisfacción personal.
Ser imperfecto es perfectamente aceptable. La perfección no existe.
Puedo desconectar cuando he hecho las cosas suficientemente bien, aunque no estén perfectas.
Me pongo metas realistas y razonables.
Me acepto y pienso bien de mí mismo cuando hago algo mal.
No permito que nadie me convenza de hacer algo que no creo correcto.
No tengo la obligación de hacer cosas simplemente porque otros creen que debo hacerlo.
No permito que los demás usen mis sentimientos contra mí.
Si la aprobación de otros depende de que haga lo que ellos quieran, no merece la pena.
Cuando la gente quieren hacerme sentir culpable es porque quieren algo de mí.
Soy libre de decir NO cuando otros me piden cosas irracionales.
Cuando hago lo que me piden la gente, lo hago porque
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